- Rodriag Symington
- 5 may
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Tras el accidente, quedó inmediatamente claro que el tráfico de helicópteros en la Ruta 4 representaba un riesgo de colisión en vuelo con aeronaves aterrizando en la pista 33 del Aeropuerto Nacional Ronald Reagan (DCA). La FAA suspendió temporalmente el tráfico de helicópteros en la Ruta 4, prohibición que se hizo permanente tras la emisión de la recomendación urgente de seguridad A-25-1 por parte de la NTSB el 7 de marzo de 2025.
Aplicando el modelo del "queso suizo" a este trágico accidente, las siguientes circunstancias contribuyeron a la colisión en el aire entre un avión de pasajeros tipo CRJ y un helicóptero militar:
A las 20:33, la tripulación del helicóptero solicitó la Ruta 1 hacia la Ruta 4, lo cual fue aprobado por el controlador de torre.
A las 20:39, el controlador de aproximación autorizó al avión realizar una aproximación visual directa a la pista 1.
A las 20:43, el controlador de torre preguntó si el avión podía cambiar la aproximación para la pista 33. Tras una breve consultar entre los dos pilotos, la tripulación accedió a la solicitud y el controlador de torre autorizó al avión aterrizar en la pista 33.
Nota 1: Esto requirió un cambio en el plan previamente acordado entre los pilotos para la aproximación y el aterrizaje en la pista 1, y una aproximación visual nocturna y en circuito circular más exigente a la pista 33..
A las 20:46, el controlador de torre informó al helicóptero que había tráfico justo al sur del puente Wilson, un CRJ a 1200 pies de altitud volando en círculo hacia la pista 33. Aunque en ese momento el helicóptero se encontraba a unas 6,5 millas náuticas (12 km) al norte de la posición del avión y navegando hacia el oeste, la tripulación informó que tenía el tráfico a la vista y solicitó mantener separación visual. El controlador de torre aprobó la separación visual.
Nota 2: Al aceptar la separación visual, el piloto asume la responsabilidad de evitar la otra aeronave, basándose en el principio de "ver y evitar"; las distancias mínimas de separación segura horizontal y vertical ya no se aplican.
Nota 3: La transmisión del controlador de la torre estaba distorsionada y la palabra "circulo" no se registró en la grabadora de voz (CVR) del helicóptero.
Nota 4: El controlador de la torre posteriormente autorizó a dos aviones más a aterrizar en la pista 1 y las luces de aterrizaje de estas aeronaves habrían sido visibles para la tripulación del helicóptero cuando giró para volar hacia el sur por la Ruta 4.
A las 20:47:39, 20 segundos antes del impacto, el controlador de torre preguntó al helicóptero si tenía el CRJ a la vista. En esta transmisión se escuchó una alerta de conflicto en la torre de control.
Nota 5: Esta transmisión y la alerta indican que el controlador de torre se dio cuenta que las dos aeronaves se encontraban en trayectorias convergentes, pero siguió dependiendo del piloto del helicóptero para mantener "separación visual". Probablemente también se confiaba en una supuesta separación vertical para evitar una colisión, a pesar de que la imagen en la pantalla de radar únicamente indica las altitudes en cientos de pies.
A las 20:47.40, 19 segundos antes del impacto, el Sistema de Alerta de Tráfico y Prevención de Colisiones (TCAS) del avión emitió un Aviso de Tráfico (TA) audible: "Traffic, traffic".
Nota 6: Un Aviso de Tráfico (TA) del TCAS está diseñado para activarse entre 20 y 48 segundos antes de una posible colisión: la tripulación debe intentar hacer contacto visual y estar preparada para maniobrar si se produce un Aviso de Resolución (RA). En ese momento, el helicóptero se encontraba a aproximadamente 0,95 millas náuticas (1,8 km) directamente delante y ligeramente por debajo del avión.
Nota 7: Un aviso de resolución (RA) está diseñado para activarse entre 15 y 35 segundos antes de una posible colisión y emite un comando para ascender, o descender; sin embargo, los RA se inhiben por debajo de una altura radioaltimétrica de 1000 pies.
A las 20:47:42, 17 segundos antes del impacto, el controlador de torre ordenó al helicóptero que pasara detrás del CRJ.
Nota 8: La frase "pasar detrás del" no se registró en la grabadora de voz (CVR) del helicóptero, debido a una transmisión simultánea por la radio del helicóptero.
A las 20:47:44, 15 segundos antes del impacto, el helicóptero indicó que el tráfico estaba a la vista y solicitó nuevamente separación visual, lo que fue nuevamente aprobado por el controlador de la torre.
A las 20:47:58, un segundo antes del impacto, los elevadores del avión se desviaron casi hasta su recorrido máximo de nariz arriba y el avión alcanzó 9° de inclinación de nariz arriba.
Nota 9: Esto implica que, finalmente pero demasiado tarde, la tripulación del avión de pasajeros estaba consciente del peligro inminente, ya sea porque vieron el helicóptero o respondieron a la alerta del TCAS y la indicación gráfica de un objetivo en su pantalla.
Como se destaca en las notas anteriores, las diferentes circunstancias que "alinearon los agujeros en el queso", fueron las siguientes:
La solicitud del controlador de torre al avión de cambiar su aproximación a la pista 1 por la pista 33, cuando previamente había autorizado al helicóptero a volar por la Ruta 4.
La aceptación por parte de la tripulación del avión de una aproximación visual nocturna en circuito ncircular a la pista 33. La tripulación no estaba obligada a aceptarla y tenía varias razones válidas para rechazar esta solicitud.
El controlador de torre identificó una posible pérdida de separación mínima entre el avión y el helicóptero, que en vuelo bajo condiciones visuales (VFR) es de 1,5 millas horizontales y 500 pies verticales. Informó a la tripulación del helicóptero sobre el tipo, la ubicación, la altitud y la trayectoria prevista del avión. Esto indujo a la tripulación del helicóptero a solicitar mantener separación visual, indicando que tenía el avión a la vista. Sin embargo, de noche en un entorno urbano, a una distancia de 12 km y con otras aeronaves dirigiéndose directamente hacia usted con las luces de aterrizaje encendidas, es poco probable que usted identifique correctamente una aeronave que se está girando hacia otro rumbo en un circuito circular de aproximación. Esto sin considerar que la tripulación del helicóptero usaba gafas de visión nocturna, diseñadas para detectar obstáculos oscuros o poco iluminados, pero con un campo de visión muy limitado. La conclusión es que la tripulación nunca identificó correctamente el CRJ que volaba en un circuito cxircular para aterrizar en la pista 33 y, de hecho, probablemente nunca vieron el avión porque estaban enfocando otra aeronave.
Cuando sonó la alerta del TCAS en la cabina del avión, la tripulación debería haber podido observar un objetivo en la posición de las 12 en la pantalla del TCAS, debería haber estado mirando hacia el exterior y debería haber podido ver las luces de posición y anticolisión del helicóptero. El hecho de que no vieran el helicóptero con tiempo suficiente para evitar la colisión es solo otro ejemplo del fracaso del concepto de "ver y evitar" en estas condiciones.
El último hueco que completó el modelo del "queso suizo" fue la desviación del helicóptero de la altura máxima de 200 pies estipulada para este sector de la Ruta 4. Según el Informe Preliminar de la NTSB, en el momento de la colisión, el helicóptero se encontraba a una altitud radioaltimétrica de 278 pies, pero no está claro si contaba con un radioaltímetro en la cabina. La tripulación habría dependido de los altímetros barométricos y, unos cuatro minutos antes del accidente, la grabador de voz (CVR) registró que el piloto a los mandos indicaba que estaban a 300 pies, mientras que el piloto instructor (IP) indicó que estaban a 400 pies. Ninguno de los pilotos comentó sobre esta discrepancia de 100 pies, y esto, obviamente, formará parte de la investigación en curso.
Las notas 3 y 8 resaltan otra falla grave en el actual sistema de control de tráfico aéreo (ATC), pero abordaré este aspecto en mi próxima publicación.